Evolución conceptual del periodismo de paz: Origen, desarrollo, críticas y aportes a los estudios sobre paz*
Conceptual Evolution of Peace Journalism: Origin, Development, Critiques and Contributions to Peace Studies
Evolução conceitual do jornalismo de paz: origem, desenvolvimento, crítica e contribuições aos estudos de paz
Jesús Arroyave, Miguel Garcés-Prettel
Evolución conceptual del periodismo de paz: Origen, desarrollo, críticas y aportes a los estudios sobre paz*
Signo y Pensamiento, vol. 41, 2022
Pontificia Universidad Javeriana
Jesús Arroyave a jarroyav@uninorte.edu.co
Universidad del Norte, Colombia
Miguel Garcés-Prettel
Universidad Tecnológica de Bolívar, Colombia
Recibido: 25 enero 2021
Aceptado: 10 diciembre 2021
Publicado: 15 agosto 2022
Resumen: Los medios masivos se han centrado en informar más sobre temas de guerra que de paz. De ahí que, el periodismo de paz surja como una opción narrativa que contribuye a la solución pacífica de conflictos, en un contexto donde son esenciales la verdad, la rigurosidad en la reportería y la responsabilidad social de la información. Pese a su importancia, el periodismo de paz es un subcampo escasamente explorado en la literatura de habla hispana. Este artículo realizado con técnicas de revisión documental y bibliométrica aporta a este campo de conocimiento un análisis de la génesis y desarrollo del periodismo de paz. Metodológicamente, se revisaron 10 libros de referencia y los 133 artículos existentes en Scopus sobre periodismo de paz, los cuales permitieron hacer un balance de sus aportes, críticas y evolución conceptual.
Palabras clave:periodismo de paz, medios para la paz, periodismo de guerra, conflicto, paz.
Abstract: The mass media have focused on reporting more on issues of war than on peace. Hence, peace journalism emerges as a narrative option that contributes to the peaceful resolution of conflicts, in a context where truth, rigorous reporting and social responsibility of information are essential. Despite its importance, peace journalism is a subfield scarcely explored in the Spanish-speaking literature. This article, carried out with documentary and bibliometric review techniques, contributes to this field of knowledge with an analysis of the genesis and development of peace journalism. Methodologically, 10 reference books and 133 articles on peace journalism were reviewed in Scopus, which allowed a balance of their contributions, criticisms and conceptual evolution.
Keywords: peace journalism, peace media, war journalism, conflict, peace.
Resumo: A mídia de massa se concentrou em reportar mais sobre questões de guerra do que de paz. Daí que, o jornalismo de paz surge como opção narrativa que contribui para a resolução pacífica de conflitos, em um contexto em que a verdade, a rigorosidade a reportagem e a responsabilidade social da informação são essenciais. Apesar da sua importância, o jornalismo de paz é um subcampo escassamente explorado na literatura de língua hispânica. Este artigo, realizado com técnicas de revisão documental e bibliométrica, contribui para este campo de conhecimento com uma análise da génese e desenvolvimento do jornalismo de paz. Metodologicamente, foram revistos dez livros de referência e os 133 artigos existentes na Scopus sobre jornalismo de paz, que permitiram fazer balanço das suas contribuições críticas e evolução conceitual.
Palavras-chave: jornalismo de paz, meios para a paz, jornalismo de guerra, conflito, paz.
Introducción
En los inicios de los estudios de medios, el tema de la guerra fue central en este naciente campo de las ciencias sociales (Hamelink, 2015; Varis, 1986). Rogers (1994) documenta que la idea primigenia de crear una escuela o programa de comunicación surgió cuando Wilbur Schraam trabajó en la Oficina de Hechos y Figuras en Washington, institución creada para que diversos científicos asesoraran al gobierno en el manejo de la opinión pública durante la Segunda Guerra Mundial. Mientras que la teorización en torno a los medios y la guerra sobreabunda (Bratic, 2008), no ha sido así para los temas de paz. Al respecto, el trabajo de Hamelink (2015) demostró, al revisar 33 obras y manuales sobre teorías de comunicación usados frecuentemente por académicos, que la mayoría no tenía ninguna conceptualización o capítulo sobre paz. Por eso, Hoffmann y Hawkins (2015) critican a los académicos que se enfocan en comprender la comunicación en función del conflicto, dejando de lado los temas de paz.
En el campo periodístico, los temas de paz son también relativamente recientes (Lynch, 2013; Shinar, 2007) y aunque los planteamientos originales datan de mediados de los años sesenta, su desarrollo empieza en firme a finales del siglo xx (Hanitzsch, 2004; Kempf, 2008). De hecho, al consultar este tema en la base de datos Scopus se puede apreciar que los primeros artículos sobre Periodismo de Paz (en adelante PP) se publicaron a partir del año 2002. No obstante, es hoy un subcampo que está posicionado disciplinarmente, ya que cuenta con una importante teorización (Lee, 2010; Shinar, 2007), un acervo empírico creciente (Ersoy, 2015; Hussain, 2020; Lee y Maslog, 2005; Lee et al., 2006; Maslog et al., 2006; Workneh, 2011) y eventos académicos donde se exponen periódicamente avances y nuevos hallazgos del tema (Shinar, 2007). Por supuesto, como subcampo de estudio no está exento de críticas y cuestionamientos (Hanitzsch, 2004; Loyn, 2008), a pesar de que la mayoría de los estudios citados frecuentemente han sido publicados en revistas de referencia dentro del campo de la comunicación.
En países con conflictos armados internos como Colombia, se puede apreciar de manera similar que la literatura periodística se ha centrado en hechos de guerra (Bonilla, 2002, 2015; Bonilla y Tamayo, 2007; Tamayo y Bonilla, 2014). Asimismo, existen numerosos trabajos con temas afines a la guerra, tales como el desplazamiento forzado interno (Herrán et al., 2005), la niñez en el conflicto (Sierra et al., 2009), estrategias para superar eventos dramáticos (Chinchilla, 2007) y cómo identificar situaciones de peligro (Rincón y Ruiz, 2002). No obstante, son escasas las publicaciones enfocadas en el periodismo de paz (Franco et al., 2010). Se han realizado importantes ejercicios de análisis a partir de este marco, pero ha prevalecido el enfoque racial (Cortés-Martínez y Thomas, 2020) en vez de los hechos del conflicto. No es de extrañar que Bonilla (2015), luego de una revisión exhaustiva de estudios sobre medios y guerra, concluya que los hechos de paz han sido ignorados.
A pesar de evidenciar importantes desarrollos y de su creciente uso en los estudios de periodismo, las publicaciones en español sobre periodismo de paz han sido igualmente escasas (Arévalo-Salinas, 2014; Espinar-Ruiz y Hernández-Sánchez, 2012). Teniendo en cuenta lo anterior, el presente artículo ofrece un análisis sobre el origen, desarrollo y definición del PP a partir de una revisión documental y bibliométrica.
Metodología
La estructura que se siguió para realizar este estado del arte de tipo documental y bibliométrico fue la siguiente: primero, se abordaron desde la revisión documental los elementos que contribuyeron al origen del PP; segundo, en la revisión de literatura se exploró la definición del PP y también se revisaron las tendencias, aportes y críticas a este concepto; tercero, se analizaron bibliométricamente las publicaciones científicas indexadas en Scopus sobre PP (incluyendo autores y evidencia empírica representativa) y, finalmente, se elaboraron las conclusiones derivadas de esta revisión.
Metodológicamente, se siguieron las etapas planteadas por Rodríguez y Valldeoriola (2009) para realizar un análisis documental: consulta documental, contraste de la información y análisis histórico o evolutivo del problema. Se revisaron 10 libros de referencia y los 133 artículos existentes en Scopus sobre periodismo de paz. Se escogió la base de datos Scopus porque de las dos más reconocidas internacionalmente (WoS y Scopus), es la única que incluye la mayoría de revistas de WoS, así como también 13 revistas de América Latina, y cuenta con más publicaciones en español e inglés. El análisis se fundamentó en una integración metológica por complementación entre la revisión documental y el análisis bibliométrico. La búsqueda en la base de datos Scopus se realizó a partir de las siguientes palabras claves: “periodismo de paz”, “peace journalism”, “journalism of peace”.
Origen del concepto de periodismo de paz
El PP se originó en el campo de los estudios de paz. El interés de este campo interdisciplinario, que hace referencia a la investigación sistemática y enseñanza sobre las causas de la guerra y violencia y las condiciones de paz, surgió el siglo pasado en el período de entreguerras a raíz de un interés creciente por los conflictos internacionales. Los estudios de paz “se enfocan en las causas del aumento y la disminución de la violencia y las condiciones o procesos que propician estos cambios” (Stephenson, 2008, p. 1535). Dado el alcance de este campo, era de esperar que sus reflexiones derivaran a la diada medios informativos-sociedad.
Uno de los primeros antecedentes sobre la reflexión del manejo de la paz por parte de los medios, la encontramos en Noruega, país protagónico de los estudios de paz. Ya en 1965, Östgaard se quejaba de que “los medios informativos con frecuencia no ocupan la atención de aquellos que estudian relaciones internacionales o inclusive aquellos involucrados en investigacion en paz” (1965, p. 39). Östgaard se lamentaba de que, de los 65 institutos especializados en investigación sobre desarme y paz, solo 17 habían efectuado estudios en el campo de la comunicación. En su artículo en torno a los factores que influían en el flujo de las noticias internacionales, una de las hipótesis centrales que derivaba el estudio se relacionaba plenamente con el que posteriormente sería el campo del periodismo de paz:
Los medios tienden a presentar un mundo más cargado de conflictos de lo que realmente está, a enfatizar el uso de la fuerza en lugar de medios más pacíficos para resolver conflictos y, por lo tanto, también, de manera más indirecta, a dar la impresión de que los conflictos se pueden evitar más fácilmente preparándose para el uso de la fuerza, en lugar de reducir las tensiones por medios menos dramáticos. (p. 55)
En este contexto, sobresale Johan Galtung como una de las figuras centrales en el campo de los estudios de paz. De hecho, la tradición académica lo reconoce como el padre del PP (Kempf, 2012; Lynch, 2018; Shinar, 2007). El antecedente más importante en la creación del concepto del PP se remonta a la publicación realizada por Galtung y Ruge (1965), sobre la cobertura de los periódicos noruegos a la crisis que en ese momento se daban en Chipre, Cuba y el Congo. En aquel entonces, estos investigadores identificaron 12 factores que le daban a la infomación su valor noticioso. Ocho de estos factores no dependían de aspectos culturales: frecuencia, amplitud, falta de ambigüedad, significado, consonancia, impredictibilidad, continuidad y composición. Los cuatro factores restantes estaban estrechamente unidos al contexto cultural: centrado en la élite nacional, en la élite de personas, la personificación y la referencia a temas negativos.
De sumo interés resultó ser para el inexistente campo del PP el último factor, que planteaba: “Cuantas más consecuencias negativas tenga un evento será más probable que se convierta en noticia” (Galtung y Ruge, 1965, p. 68). Al analizar en detalle este factor, los autores encontraban que las noticias negativas satisfacían el criterio de frecuencia, porque eran más comunes, así mismo resultaban más consensuadas y poco ambiguas en su interpretación. Finalmente, “eran más consonantes con algunas pre-imágenes de nuestro tiempo” (Galtung y Ruge, 1965, p. 69 [las cursivas son del texto]) y eran más inesperadas que las noticias positivas en el sentido de que eran menos predecibles. Luego de testear los factores y desprender 13 hipótesis sobre los factores noticiosos, las recomendaciones con que cerraba el artículo se constituían también un aporte de gran importancia para el PP. La hipótesis 10 planteaba: Más cobertura de las personas que no pertenecen a la élite. Por su parte la 11 decía: Más referencia a las causas no personales de los eventos. Finalmente, la 12 clamaba por: Más referencia a los eventos positivos (p. 85).
El aporte de Galtung y Ruge trascendería no solo en el campo de los estudios de paz, sino sobretodo en el campo de la investigación en periodismo. De una parte, planteaba un cambio paradigmático al cuestionar el concepto dominante en ese momento del periodista como “gatekeeper” e introducir la perspectiva de la realidad como un hecho socialmente construido e influenciado por el contexto (Lynch, 2018). De otra parte, impulsaba la investigación sobre el concepto de los valores noticiosos como elemento central en la producción de noticias (Kepplinger, 2008). Los trabajos de Östgaard (1965) y de Galtung y Ruge (1965) constituyeron un aporte sustancial a la creación de la teoría de los valores noticiosos, y trazaron los primeros lineamientos de lo que se caracterizaría posteriormente como PP.
De manera que las primeras reflexiones en torno al posible papel de los medios en la contribución a la solución de conflictos vinieron de científicos sociales cuyo interés central había sido la paz. Esto reafirma el carácter interdisciplinario que siempre ha caracterizado al campo de la comunicación. La escuela noruega, y en particular los aportes de Galtung desde los años sesenta y posteriores investigaciones fueron determinantes para darle forma al naciente subcampo. No obstante, a pesar de las contribuciones iniciales, el diálogo no ha sido fluido entre ambas áreas de conocimiento. Hoffmann y Hawkins (2015) han planteado al respecto que: “Con pocas excepciones, los desarrollos recientes en el campo de los estudios de paz son escasamente reflejados dentro de los estudios de comunicación” (p. 4).
Despegue del periodismo de paz como subcampo de investigación y práctica
Las reflexiones iniciales que ya habían esbozado Galtung y Ruge en los años sesenta empezaron a ser objeto de interés tres décadas después. Kempf (2008) confirma que no fue sino hasta finales del siglo xx “[…] que los investigadores de paz, académicos de medios y periodistas enfocaron su atención en cómo los medios podían ser usados como catalizadores para desescalar el conflicto y establecer soluciones pacíficas a las disputas” (p. 1). Varios factores contribuyeron a que el PP se estableciera como línea de investigación y aplicación en la década de los noventa.
De una parte, el enfrentamiento ideológico Este-Oeste y los esfuerzos por frenar el conflicto nuclear había ocupado por largo tiempo la atención de distintos científicos sociales y de la diplomacía internacional (Stephenson, 2008). La caída del Muro de Berlín y la gradual terminación de la Guerra Fría llevó a que los investigadores en ciencias sociales desviaran su atención a otras guerras que estaban vigentes en ese tiempo en distintas partes del mundo. De manera que pasamos, en los años noventa, de cambiar el foco de interés del gran conflicto supranacional (ideologías capitalista-comunista) a los conflictos intranacionales (MacGinty y Richmond, 2013). En esta década, también se acrecentó el interés en “el trabajo sobre resolución de conflictos, sistemas de alerta temprana y diplomacia preventiva de las Naciones Unidas, establecimiento de la paz, mantenimiento de la paz, y construcción y aplicación de la paz” (Stephenson, 2008, p. 1543). Los medios daban cuenta de estos procesos en diferentes regiones, lo cual despertaba la reflexión en torno a la manera cómo se cubrían dichos eventos.
Por otro lado, el cubrimiento de la Guerra del Golfo a inicios de la década de los noventa generó un interés mundial, debido a ciertos cambios que se operaron en la manera de abordar este conflicto. El avance de la tecnología basada en teléfonos satelitales y cámaras móviles permitían a los medios reportar desde el escenario de la guerra. Esto facilitó una mayor cobertura de las operaciones militares en tiempo real, que en el pasado eran restringidas. Al observar que no podían mantener alejados a los medios de las operaciones, el gobierno estadounidense tomó la determinación de crear la figura del Sistema de Consorcio de Prensa (press pool system), que consistía en invitar a un grupo de reporteros a acompañar a las tropas a los escenarios del combate (Bratic, 2008). Al contar las historias desde su bando, el Gobierno garantizaba cierta parcialidad en dar a conocer los hechos de la guerra. Es así como, el cubrimiento de este conflicto bélico fue narrado desde una perspectiva que favorecía a USA (Pfau et al., 2004), despertando cuestionamientos por parte de los investigadores sociales en torno al papel del periodismo en la cobertura de guerras.
Otro hecho de interés mundial sobre el rol del periodismo en los conflictos en los años noventa está asociado con las guerras nacionalistas que ocurrieron en África y Europa Oriental. Por ejemplo, los medios masivos jugaron un rol importante en la diseminación de ideologías nacionalistas y mensajes de odio que contribuyeron a inflar los ánimos propiciando diversos genocidios. Investigadores como Des Forges (1999) y Kirschke (1996) han documentado cómo la Estación de Radio y Televisión, Libre des Mille Collines, en Ruanda, al transmitir mensajes explícitos que animaban al asesinato de la población Tutsi, fue instrumental en la masacre de medio millón de personas en menos de 100 días. Taylor y Kent (2000) y Thompson (1999) evidenciaron también el rol que tuvieron los medios electrónicos e impresos nacionalistas en Bosnia en fomentar una cultura del odio que ayudó a la guerra. Ante la incuestionable circunstancia de la contribución de los medios en avivar el conflicto, se hizo más evidente el interrogante sobre si lo medios podían jugar o no un rol constructivo en su resolución pacífica (Hamelink, 2002).
De manera que el cuestionamiento del rol de los medios en escalar los procesos del conflicto, el cubrimiento parcializado de diversas guerras como la de Vietnam y la del Golfo, así como el creciente interés mundial de organizaciones como las Naciones Unidas por posicionar la paz como un factor esencial del bienestar mundial y fomentar caminos para construirla, allanaron el camino para fomentar reflexiones más complejas en torno al rol constructivo de los medios en contextos de guerra. Hasta ese momento histórico, la investigación y la teorización habían sido relativamente escasas. A mediados de los años ochenta, el investigador danés Tapio Varis (1986) ya lo había planteado:
La mayoría de las tradiciones de investigación en comunicación se orientan más en la guerra que en la motivación por la paz. Por lo tanto, no hay adecuadas herramientas teóricas y conceptuales/comprensivas para analizar qué clase de estructuras y prácticas pueden ser particularmente útiles para fortalecer la paz. (p. 246)
La Tabla de Galtung
Galtung delinea claramente su conceptualización del PP en su famosa tabla comparativa (tabla 1) sobre Periodismo de Guerrra (PG) vs. Periodismo de Paz (Kempf, 2012; Lynch, 1998). Si bien los principios que la estructuran han sido cuestionados por diversos investigadores por considerarlos simplistas (Nohrstedt y Ottosen, 2015) y no recoger la esencia de la cobertura periodística (Tenemboim-Weinblatt et al., 2016), dicha tabla aún mantiene su utilidad teórica en el establecimiento de las bases conceptuales que diferencian el PG del PP (Lynch, 2013; Shinar, 2009; Workneh, 2011). De igual modo, ha tenido un enorme valor empírico al constituirse la base para operacionalizar las principales variables o dimensiones que fundamentan al PP (Lee y Maslog, 2005; Lee et al., 2006; Shinar, 2009; Workneh, 2011).
La Tabla de Galtung fue presentada originalmente en 1996 en un curso de verano denominado Periodismo de Conflicto y Paz que se ofreció en Taplow Court, en Buckinghamshire al Sur de Inglaterra, donde varios periodistas, estudiantes y académicos de Europa, África y Asia se reunieron para analizar y discutir temas relacionados con el periodismo (Lynch, 2013). El entonces periodista Jack Lynch se encargó de organizar las presentaciones de Galtung y de otros investigadores y salió a la luz la publicación de las memorias del encuentro titulado The peace journalism option (1998).
La estructura de la tabla contiene, en primer lugar, las diferencias generales entre el PP orientado al Conflicto y el PG orientado a la violencia. A lo largo de sus publicaciones, Galtung ha argumentado que el conflicto per se no es algo malo. De hecho, es necesario para el desarrollo humano. El conflicto degenera en violencia o guerra cuando no es bien gestionado. De ahí que el PP esté orientado a la verdad, señalando las mentiras de cualquiera de las partes. Mientras que el periodismo de guerra se caracteriza por encubrir mentiras. El PP destaca a la sociedad civil y le da voz a los que promueven la paz. Esto es contrario al PG que se orienta hacia las élites y muestra solo sus acciones de paz. Finalmente, el PP tiene un accionar constructivo: destaca las iniciativas de paz y se centra en la resolución y la reconciliacion. En cambio, el PG es triunfalista ya que resalta la victoria a través de la violencia y considera que vencer al “enemigo” por la fuerza es la manera de acabar un conflicto, pero no de resolverlo.
Las memorias del evento fueron conocidas por varios profesionales e investigadores que la usaron en procesos de capacitación en distintos países. Lynch (2013) narra en detalle como en Indonesia, Filipinas, Nepal y Armenia abrazaron la idea de usar el enfoque del PP para capacitar a periodistas en temas de cubrimiento de conflictos y guerras. La World Association for Christian Communication la asumió como un concepto central, contribuyendo de esta manera con su divulgación, dado las 1500 instituciones con que cuenta y el alto número de miembros en más de 100 países. Esto hizo que, al iniciar el presente siglo, la reflexión teórica y uso práctico del PP empezaran a tener visibilidad internacional.
Definiciones del periodismo de paz
Al revisar algunas conceptualizaciones sobre PP, tenemos que Shinar (2007) lo define como un modo normativo de cobertura mediática responsable y concienzuda del conflicto, que tiene como objetivo contribuir al establecimiento y mantenimiento de la paz y a cambiar las actitudes de los propietarios de medios, anunciantes, profesionales y audiencias hacia la guerra y la paz. Tal objetivo se busca a través de evaluaciones críticas del estado actual de la cobertura del conflicto y mediante esfuerzos para conceptualizar valores y prácticas profesionales en términos teóricos y operativos.
La tabla 2 resume alguna de las definiciones planteadas por diversos autores sobre PP. Las definiciones o conceptualizaciones van desde la perspectiva más persuasiva, asociada a iniciativas de los movimientos sociales planteada por Roberts (2008) en la influyente publicación Enciclopedia Internacional de Comunicación, pasando por otros enfoques que se alinean más con el modelo teórico del enmarque o encuadre (Hanitzsch, 2004), teoría muy usada en estudios de conflicto y paz. Workneh (2011) ratifica el enmarque constructivo que debe predominar en la cobertura del PP al propender por la resolución del conflicto, la reconstrucción y la reconciliación.
El enfoque volitivo plantea que el PP es una opción que asumen de manera deliberada los periodistas, editores e inclusive los medios para reportar los hechos desde una posición particular (McGoldrick, 2000). En efecto, ya Hackett y Zhao (1998) habían advertido que el PP rechaza el “régimen de la objetividad”. Además, permite a los periodistas “ser parte de la solución y no del problema” (McGoldrick, 2000). Implícita está la idea de que así como los medios pueden contribuir a excerbar el conflicto (Taylor y Kent, 2000), también pueden contribuir a su solución y dar una oportunidad a la paz (Kempf, 2012).
Otras conceptualizaciones enfatizan el aspecto procesal, sin perder de vista el rol de contribuir a la solución del conflicto. De esta manera, para Kempf (2003), en un primer momento, los esfuerzos se concentran es des-escalar el conflicto. En un segundo momento, la cobertura informativa debe enfocarse en buscar alternativas de solución, dejando de lado construcciones dualísticas.
Shinar (2007) plantea que los distintos esfuerzos para definir PP se pueden resumir en los siguientes cinco principios:
Explora antecedentes y contextos de formación de conflictos, y presenta causas y opciones en cada lado para retratar el conflicto en términos realistas y transparentes para la audiencia.
Da voz a las opiniones de todos los partidos rivales, no solo a los líderes de dos “bandos” antagónicos.
Transmite ideas creativas, de cualquier fuente, para la resolución de conflictos, el desarrollo, establecimiento y mantenimiento de la paz.
Expone mentiras, intentos de encubrimiento y culpables de todos los lados, revelando excesos cometidos y sufridos por personas de todas las partes.
Presta atención a historias de paz y desarrollos de posguerra (p. 2).
A partir de estas definiciones, tomamos posición por otra mirada del PP, que lo relaciona con el periodismo ambiental. Este aboga por una mirada propositiva y constructiva que promueve la protección de nuestro ecosistema. Afectar al planeta es afectar a todos los seres que lo habitan, de ahí que el bienestar de los seres vivos y de su habitat en sentido integral se constituye en un imperativo moral que debe ser promovido en las diferentes narrativas que circulan, incluyendo el periodismo (Freire y Arroyave, 2020). De manera similar, el PP está comprometido con una visión constructiva del hombre. Aunque el conflicto es inherente al ser humano, la solución pacífica debe ser el camino para resolverlo. Se debe propender por construir narrativas que contribuyan a la solución pacífica del conflicto, en un contexto en donde la verdad, la rigurosidad en el trabajo de reportería y el ejercicio responsable de la información sean también esenciales. Es por tanto una apuesta de los periodistas, del editor y del medio, por la promoción de una cultura, en la sala de prensa y en el medio en general, que apunte a la creación de puentes de paz.
Cuestionamiento/críticas
Diferentes cuestionamientos han surgido en torno a la validez conptual y profesional del PP en los contextos informativos. Uno central apunta a una vieja diputa que está relacionada con la objetividad/subjetividad en el ejercicio del periodismo. El argumento central de este cuestionamiento es que lo periodistas deben reportar de manera directa y clara los hechos, sin pretender tomar parte en ellos. El periodista David Loyn (2003, 2008) es un conocido crítico del PP. Al respecto este periodista plantea que el PP compromete la integridad de los periodistas y confunde su papel de difusores neutrales; además plantea que la “objetividad es una vacuna útil contra el relativismo del periodismo comprometido” (Loyn, 2008, p. 54).
Si bien la objetividad es un valor noticioso que defienden muchos periodistas, ha sido cuestionada con los avances en la investigación relacionada con la teoría del enfoque o enmarque. Schudson (2003) plantea al respecto que las noticias no reflejan la realidad, son una representación del mundo y todas las representaciones son selectivas. A pesar de que varios periodistas presencian un determinado hecho, los aspectos que ellos decidan destacar y los que decidan omitir, así como tambien el ángulo desde el cual narran los hechos, podrán ser particulares y diferentes. Este proceso selectivo podrá llevarlos a destacar los hechos de paz y las eventuales salidas constructivas para disminuir o resolver el conflicto.
Otra crítica que se ha planteado al PP alude a que los periodistas por sí solos no pueden cambiar la realidad. Ellos solo reportan, dando cuenta de aquellos hechos que son sobresalientes sobre el conflicto. En ese sentido, Hanitzsch (2004) argumenta que:
[…] no deberíamos ver al periodismo o al periodista como el problema; necesitamos ver la sociedad y la cultura como problemas […] ¿no es más probable que en una cultura que no considera la solución pacífica de los conflictos como un valor esencial, el periodismo de paz carezca de sentido y sea en su mayoría ineficaz? (p. 491)
Desde esta perspectiva, los esfuerzos deben enfocarse más hacia la sociedad y no hacía el rol que cumple el periodismo, que de alguna manera es tan solo un reflejo de ese contexto. Aunque este argumento es válido, no podemos olvidar que los medios informativos en la mayoría de las sociedades occidentales son los primeros contactos de los ciudadanos con esa realidad. Por tanto, en el momento en que el periodista da cuenta de esa realidad, puede mostrar diferentes ángulos informativos, como ya se planteó al aludir la teoría del enmarque. Así como narrativas de incitación a la violencia y de fomento del odio han circulado en los medios informativos, contribuyendo a exacerbar la guerra (Des Forges, 1999), es posible promover narrativas de reconciliación y de promoción de una cultura de la toleracia y la resolución pacífica del conflicto. Sin caer en la creencia de medios poderosos que cambian a la sociedad, si es posible pensar en la producción y circulación de mensajes constructivos que ayudan a la conciliación y a la paz.
Finalmente, otro cuestionamiento al PP tiene que ver con las dinámicas implícitas en la sala de redacción, los valores noticiosos y la lógica mediática informativa. Esta crítica se enmarca en la sociología de la producción de mensajes y plantea que mientras que la guerra es de por sí un hecho noticiable, no ocurre lo mismo con la paz. Wolfsfeld (1997) argumenta que los procesos de negociación de paz son lentos, complejos y demasiado secretos para satisfacer las necesidades de los periodistas que quieren cubrir noticias de impacto (breaking news). Por su parte, Fawcett (2002) encontró que las estructuras retóricas y narrativas del periodismo impreso en Irlanda del Norte eran cercanas a los “marcos de conflicto” para eventos sectarios, pero no a “marcos de conciliación”.
Esta es ciertamente una tradición amplia que se ha establecido en el ejercicio del periodísmo. El crimen, las acciones violentas, el escándalo han sido comúnmente asociados al consumo noticioso. Sin embargo, en este punto es esencial el compromiso ético tanto del comunicador como del medio. La apuesta por un periodismo que conciba la justicia social “como un imperativo moral” implicará reportar de manera comprometida las acciones de paz (tabla 3).
Publicaciones en Scopus sobre el periodismo de paz
Esta última parte del artículo incluye una revisión bibliométrica que rastrea la presencia y evolución empírica del PP en la base de datos Scopus. La decisión de usar esta base de datos parte del hecho de que es más amplia que la Web of Science (WoS), e incluye un mayor número de publicaciones en español y de América Latina. En la actualidad, ninguna revista del campo de la comunicación de América Latina está indexada en WoS.
La figura 1 nos muestra que Jake Lynch con siete publicaciones es el autor que más ha publicado sobre PP en esta base de datos, seguido de Metin Ersoy y Shabbir Hussain con seis y cinco, respectivamente. Sin embargo, a pesar de ser Lynch el autor más prolífico no es el más citado en Scopus. La tabla 4 muestra el Top 10 de las publicaciones indexadas en Scopus más citadas sobre PP. Seow Ting Lee es la investigadora más citada en el subcampo del PP.
Su estudio sobre el cubrimiento de los temas de paz en los periódicos asiáticos publicado junto con Cripin C. Maslog en la revista paradigmática del campo Journal of Communication, se constituye en unos de los primeros intentos de operacionalizar los conceptos PG y PP, esbozados originalmente en la tabla comparativa de Galtung. Las publicaciones más citadas se caracterizan en su mayoría por un abordaje metodológico y el manjeo de datos empíricos, más de corte científico investigativo que de intervención.
Interesante observar que, a pesar de ser Galtung el padre fundador del PP, no es un autor muy citado en el subcampo. Si bien este autor ha realizado estudios empíricos de gran nivel, su trabajo ha derivado a la investigación aplicada, a través de procesos de intervención en múltiples países en conflicto. De esta manera, sus más recientes investigaciones apuntan más a procesos de formación y trabajo con comunidades, que a investigaciones más de corte académico que están disponibles en la base de datos estudiada. Jack Lynch por su parte, discípulo de Galtung, ha enfocado su trabajo a la capacitación periodística en distintos contextos internacionales y sus artículos suelen ser más conceptuales que empíricos.
Otra observación importante que se desprende es que las 10 publicacions se encuentran ubicadas en revistas de primer nivel: ocho pertenecen a los dos primeros cuartiles (Q1 y Q2). Eso demuestra que desde el relativamente joven subcampo del PP se está produciendo investigación de alto impacto y se encuentra por tanto ya posicionado como una línea de investigación de interés dentro del amplio campo de la comunicación.
Conclusión
El presente artículo se trazó como objetivo analizar el origen, evolución conceptual y principales críticas del periodismo de paz. Realiza una contribución original ya que explica las condiciones históricas y sociales que propiciaron el inicio de este subcampo, así como su origen en la literatura y sus principales conceptualizaciones y cuestionamientos. Dada la escasa literatura sobre el subcampo, se constituye en un aporte que, al presentar una amplia literatura sistematizada y estructurada, permite la reflexión en un tema de gran vigencia para el contexto latinoamericano.
Desde sus inicios, con las reflexiones iniciales de Galtung a mediados de los sesenta, hasta su despegue como subcampo de estudio a finales del siglo xx, el PP ha recorrido un importante camino que lo posiciona hoy como una línea destacada y pertinente de investigación por su alto impacto social en las dinámicas de los conflictos étnicos, territoriales, sociales y políticos que siguen vigentes en el siglo xxi. El interés creciente de las Agencias Internacionales por posicionar el tema de la paz en la agenda mundial y el constante cuestionamiento del rol negativo de los medios informativos en cubrir de manera inapropiada/parcializada los temas de la guerra o contribuir a su propagación fueron factores que allanaron el camino para buscar “herramientas teóricas y conceptuales/comprensivas” sobre la diada medios de comunicación-conflicto.
El PP, en las primeras dos décadas del siglo xxi, se consolidó como un subcampo de conocimiento. De una investigación incipiente a finales del siglo anterior, pasó a una teorización sólida que ofrece alternativas y caminos prometedores para contribuir a la solución pacífica de los conflictos. La existencia de revistas dedicadas exclusivamente a este subcampo, la publicación de un sinnúmero de libros, la figuración cada vez más frecuente de investigaciones sobre el PP en las revistas científicas destacadas en el campo, y la existencia de diferentes conferencias internacionales reafirman la importancia de esta línea en las ciencias sociales.
Llama la atención de que a pesar de que América Latina alberga un importante número de conflictos y la estabilidad económica, política y social ha sido volátil en ciertos períodos de la historia, poca es la producción investigativa y teórica sobre el tema. Mientras que en regiones como Asia (Fong y Koon, 2019), Medio Oriente (Gonen et al., 2020; Hussain, 2020) y Africa (Nassanga, 2007; Tsarwe y Mare, 2019) se observan desarrollos investigativos importantes sobre el PP, el aporte teórico y de investigación sobre este tema en América Latina es escaso.
Surge entonces una enorme oportunidad para aportar desde América Latina al avance de este subcampo de conocimiento, máxime si tenemos en cuenta que esta región alberga a países como Colombia que afronta uno de los conflictos armados internos más largo del mundo. Líneas de investigación tales como las narrativas del conflicto en los medios tradicionales versus los medios alternativos; la existencia de medios cooptados por las élites económicas y políticas y su impacto en el cubrimiento de los temas de paz; la paz en los nuevos medios digitales; la paz y el contexto medio ambiental; narrativas feministas/de género en el cubrimiento de la paz, la narrativa presuasiva en los mensajes de odio o paz, entre otras, son caminos posibles para explorar y aportar al PP.
De acuerdo con la Agenda de Desarrollo Sostenible de la Naciones Unidas - 2030, la paz es una de las cinco áreas de crítica importancia para la humanidad y el planeta. Está claro que no puede haber paz sin desarrollo sostenible y no puede haber desarrollo sostenible si no hay paz. La centralidad del ecosistema mediático en nuestra sociedad permite una oportunidad única para alcanzar cambios sustanciales que aboguen por ese desarrollo sostenible y por la solucion pacífica del conflicto. El PP tiene mucho que aportar en ese camino de alcanzar la paz.
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Notas
*
Artículo de investigación
El presente artículo hace parte de la investigación del primer autor, Periodismo de Paz, seleccionada por la beca Georg Forster for Experienced Researchers de la Fundación Alexander von Humboldt
Notas de autor
* Autor de correspondencia. Correo electrónico: jarroyav@uninorte.edu.co
Información adicional
Cómo citar este artículo: Arroyave, M., y Garcés-Prettel, M. (2022). Evolución conceptual del periodismo de paz: Origen, desarrollo, críticas y aportes a los estudios sobre paz. Signo y Pensamiento, 41 . DOI: https://doi.org/10.11144/Javeriana.syp41.ecpp